Hace unos años atrás había conocido a alguien que lo vi me cautivo. Su mirada fija hacia a mi y su ternura, hicieron que desde el inicio llamara mi atención.
Como chica no quería compromisos con nadie y me escape, antes que la atracción fuera mas lejos. Pasaron 2 años de ese evento y durante todo ese tiempo sucedió de todo en mi vida. Tuve inconvenientes, mi alegría que irradiaba mi rosto no era la misma, mi corazón lastimado por las vivencias, palabras lo habían marcado. Ya no confiaba en nadie. En fin no era la misma, esa chica dulce había quedado atrás.
Las distintas situaciones había llevamos mi gozo al olvido.
Un día cualquier sucedió algo, estoy en casa tranquila organizando algunas cosas y tocan a la puerta. Recuerdan a quien había conocido arriba que les había contado, volvió aparecer no solo como era antes, !!Sino mejor!!
Yo con un aspecto decaído no quería que me viera así, imagínese la impresión que se llevaría, no me va a querer así, ya no era la misma de antes, no puede ser...
Pues por mas que me escondí, toco y toco a mi puerta y tuve que abrí parado en el pórtico me saludo con su bella sonría que encogió mi corazón, yo con voz titubeante lo saludo y me dijo que mucho tiempo me había buscado que desea conversar conmigo, con vergüenza mire sus ojos respondiendo que no era el momento, que no estaba de ánimos ni en condiciones para recibirle y me respondió , que no importaba, solo quería cenar conmigo. La impotencia y las lagrimas por el dolor rodaban en mi rostro y le dio la oportunidad de acercase, tomarme en sus brazos y decirme que quería reparar mi corazón e inundado con su amor. Solo pude asentir con la cabeza de que lo aceptaba en mi corazón. Y desde ese día, tengo años FECHADA POR JESÚS.
El no mira tu juventud, ni las situaciones, si estas listo o no. Solo desea habitar en tu corazón.
CUBRIÉNDOLO CON SU AMOR.
Feliz Día!
MIL BENDICIONES A TODOS,
Liz Lora
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