Hechos para ser parte de la familia de Dios

junio 16, 2015


Cuando recibiste a Cristo como tu único y suficiente salvador, Dios te dio el regalo de la Salvación, pero también te “adopto”, o sea que pasaste a ser un miembro importante de la Familia de Dios.

«El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. 
Y si hijos, también herederos;  herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.» (Romanos 8:16-17 RV60)

Es necesario que el Espíritu Santo este contigo, en ti y sobre ti pues él te haga saber que tú eres hijo de Dios, otra cosa que recibiste por aceptar a Jesús, es que ahora todo lo que es del hijo (Jesús) también es tuyo, somos coherederos con Cristo.

Somos hijos y eso nos hace hermanos a ti y a mí.

«Pero a quienes lo recibieron y creyeron en él [en Jesús], les concedió el privilegio de llegar a ser hijos de Dios.» (Juan 1:12 DHH)

«Miren lo grande que es el amor que el Padre nos ha mostrado, ¡hasta llega a hacer posible que seamos llamados hijos de Dios! Y eso es lo que de verdad somos…» (1 Juan 3:1 PDT)

Esto dos textos son clave para que comprendas que tu fuiste formado para ser parte de la familia de Dios, el cual es el segundo propósito por el cual Dios te puso en la tierra.

Mi líder Laura una vez me dio una clase de Pos encuentro que se llamaba “La Iglesia, el refugio de Dios” en ese tema ella decía que cada miembro de la iglesia era como un pedazo de leña en una fogata, que si alguno de nosotros se separaba de los demás, empezaría a apagarse y tenía que volver para volverse a encender.

Esto es algo verdadero, yo necesito a todos mis hermanos, y mis hermanos me necesitan a mí, podemos depender de Dios, pero siempre, vamos a necesitar a nuestros hermanos.

Hay personas que dicen: “Yo puedo estar bien con Dios sin asistir a la Iglesia”, eso es mentira, Dios nos hizo para formar parte de la Iglesia también llamada cuerpo de Cristo.

«Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular.» (1 Corintios 12:27 RV60)

Si crees que no es bueno ir a la iglesia y no te gusta es como si tú le dijeras a Jesús: “Yo te amo Jesús, pero no me gusta tu cuerpo” No es algo aceptable.

Nosotros somos los miembros que componen a ese cuerpo. Cada miembro cumple una función y es importante en el cuerpo.

El amar a la familia de Dios se le llama: COMUNIÓN.

Es necesario tener comunión con nuestros hermanos, pues esto agrada a Dios.

« ¡Vean qué bueno y agradable es que los hermanos vivan unidos!» (Salmos 133:1 DHH)

La Biblia dice que todos los que creyeron en Jesús permanecían juntos y compartían todo como una gran familia.

«Además, todos los días iban al templo, y celebraban la Cena del Señor y compartían la comida con cariño y alegría.» (Hechos 2:46 BLS)

Otro cosa, que Dios quiere que aprendamos es a amarnos unos a otros como Cristo nos amo, muchos conocemos Juan 3:16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo”, pero no muchos sabemos lo que dice 1 Juan 3:16. Que es también muy importante para la comunión en el cuerpo de Cristo.

«En esto conocemos lo que es el amor: en que Jesucristo entregó su vida por nosotros. Así también nosotros debemos entregar la vida por nuestros hermanos.»  (1 Juan 3:16 NVI)

Ama a tu prójimo como a ti mismo, acéptalo con sus defectos y cualidades y en esto conocerán que amas a Dios. Por eso la Biblia dice:

«El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.» (1 Juan 4:8 LBLA)

Nosotros estamos para ayudar a nuestros hermanos que no pueden superar algún problema con amor y no condenarlos.

«Hermanos, es posible que alguno de ustedes caiga en la trampa del pecado. Ustedes, que son guiados por el Espíritu, acérquense a él y ayúdenle a corregir su error. Pero ¡ojo!, háganlo con humildad pues ustedes también pueden caer en tentación.» (Gálatas 6:1 PDT)

A Dios le agrada que uses tus dones y talentos para ayudar a tus hermanos en Cristo. Esta es otra manera de agradar a Dios, el formar parte del cuerpo de Cristo.

Únete lo más pronto posible a una Iglesia local, muchos hermanos están necesitando que tú les des una palabra de aliento, que les des un abrazo o que simplemente le digas Dios te ama. Eres parte importante del cuerpo de Cristo, aunque no siempre vas a poder hacer todo lo que quieres, busca cuál es tu función en el cuerpo.


Puedes leer los posts anteriores aquí y aquí.

MIL BENDICIONES A TODOS.

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