Creado para ser como Cristo

junio 23, 2015


«Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de su Hijo, para que El sea el primogénito entre muchos hermanos.» (Romanos 8:29 LBLA)

Fuiste creado para ser como Cristo, este es tu tercer propósito. Desde el comienzo mismo, el deseo de Dios fue crearnos a la imagen de Cristo.

Dios «Entonces dijo: "Ahora hagamos al hombre a nuestra imagen.» (Génesis 1:26 DHH)

De toda la creación los humanos fuimos los únicos creados a la imagen de Dios. Este es un gran privilegio y nos da aún un valor más alto.

Quiero ilustrar este tercer propósito con un ejemplo que dio uno de los líderes de jóvenes que he tenido, mi Líder Enrique Ibarra. En una ocasión el dijo que, para amar a otros era necesario verlos como “un Cristo pequeño” y así podríamos amar, respetar y cuidar a otros.

En realidad, eso somos, “Cristos pequeños”, y es necesario empezar a crecer. Cuando un bebé nace, necesita de muchos cuidados y de una buena alimentación. Ese bebé empieza a crecer y su alimentación ya no es la misma, tiene que comenzar a comer cosas sólidas, empieza a explorar el mundo y puede llegar a tener accidentes y de esas circunstancias él aprende lo que le puede lastimar y no lo vuelve a hacer. Al seguir creciendo necesita que personas le enseñen lo que esta bien y lo que esta mal, gente que lo guíe, así seguirá un proceso hasta llegar a ser adulto.

Así como ese bebé somos cada uno de nosotros. La Palabra de Dios, la Biblia es ese alimento que necesitamos, en la misma Biblia dice que: 

«Desead con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, creceréis en vuestra salvación.» (1 Pedro 2:2 BAD)

«En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.» (Hebreos 5:14 BAD)

La Palabra de Dios es ese alimento espiritual que te hace crecer e iras aprendiendo de ella. Si nunca habías leído la Biblia, es mejor que poco a poco la vayas leyendo, y un día llegarás a aprender muchas verdades, pero ve despacio, porque si un bebé come mucho puede morir.

El Espíritu Santo, es quien nos estará guiando a toda la verdad, de ahí la importancia de conocerlo bien. La función del Espíritu Santo es producir el carácter de Cristo en ti.

«Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu.» (2 Corintios 3:18 NVI)

El poder del Espíritu Santo nos ira transformando poco a poco. A veces tu experimentarás el poder de Dios de una manera extravagante como hablar en lenguas, reír o llorar y en otras no te darás cuenta porque será de manera tranquila y discreta, la mayoría de las veces no te das cuenta.

Para liberar el poder de Dios en tu vida, debes ser obediente a Dios.

El fruto del Espíritu Santo tiene que ser desarrollado en ti.

«Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.» (Gálatas 5:22-23 RV60)

Otra factor que nos ayuda a llegar a tener el carácter de Cristo, son las circunstancias, todas aquellas experiencias que podamos tener. Aquí, podemos poner en práctica el fruto del Espíritu Santo. Dios siempre te pondrá en situaciones contrarias a las del fruto, por ejemplo: Te pondrá a trabaja con alguien que no sea de tu agrado, usa el amor. Te podrán dar alguna noticia triste, usa el gozo, y así con cada característica del fruto. El pecado y la tentación también te ayudan a madurar, resiste al diablo y el huirá de ti.

El llegar a ser como Cristo es un proceso largo y de lento crecimiento. La madurez espiritual no es instantánea ni automática. Pablo dijo: «Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en la misma fe y en el mismo conocimiento del Hijo de Dios. Debemos seguir creciendo hasta que seamos maduros como Cristo y compartamos su perfección.» (Efesios 4:13 PDT)

El proceso para llegar a ser como Cristo se llama: DISCIPULADO.

Las iglesias deberían enfocarse más en el discipulado de cada una de las personas para que puedan crecer y madurar en Cristo para aprender a dejar que el Espíritu Santo desarrolle en nosotros el carácter de Cristo. 

Pon en práctica las características del fruto del Espíritu Santo. Recuerda, fuiste creado para llegar a ser como Cristo, esfuérzate y se valiente.

«Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.» (Filipenses 1:6 DHH)

Dios, no nos dejará, nos volverá a traer, hasta que termine la buena obra en nosotros. Somos como el barro en las manos del alfarero, déjate moldear por Dios.


MIL BENDICIONES A TODOS.

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