“… conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.” (Juan 8:32)

¿Crees que decir la verdad es sencillo? Muchas veces la verdad nos da miedo. Preferimos recurrir a las famosas “mentiritas piadosas” antes que enfrentar un momento incómodo. Sin embargo, la Palabra de Dios nos enseña que la verdad nos hace libres. En este artículo descubrirás cómo la verdad transforma, rompe cadenas y abre puertas de bendición.

El reto de decir la verdad

Decir la verdad puede resultar doloroso, pero es mucho mejor que vivir en engaños. Por ejemplo, si un doctor encubre un diagnóstico grave diciendo que “todo está bien”, esa mentira puede traer consecuencias fatales. La verdad, aunque duela, siempre salva.

El poder destructivo de la mentira

Un caso famoso relata que a una persona se le diagnosticó cáncer de manera errónea. Aunque estaba sana, su salud comenzó a deteriorarse rápidamente porque creyó esa mentira. Lo que aceptamos como verdad en nuestra mente puede afectar todo nuestro ser.

Verdades populares vs. verdades eternas

De niños muchos creímos en Santa Claus, hasta que descubrimos que no era real. Así ocurre con tradiciones e historias que parecen verdad, pero no lo son. La diferencia es que la verdad eterna de Dios nunca cambia y permanece para siempre.

¿Qué libertad nos da la verdad?

La Biblia enseña que conocer la verdad nos hace libres:

• Libres de la mentira y el engaño.
• Libres de conceptos equivocados sobre Dios.
• Libres espiritualmente de pactos y opresión del enemigo.

Dios no es un juez severo esperando castigarnos. Él es amor, y en su verdad hallamos seguridad y paz.

Mi experiencia personal: ¡Es mejor la verdad!

Durante la universidad oculté a mis padres que había reprobado varias materias. Una “mentira pequeña” terminó convirtiéndose en una telaraña de preocupaciones y angustia. No podía dormir, hasta que decidí confesar la verdad. Al hacerlo, sentí paz y libertad. La verdad trajo descanso a mi alma y me devolvió el rumbo correcto.

El enemigo de la verdad

La Biblia afirma que el diablo es padre de mentira (Juan 8:44). Su estrategia es sembrar engaños para alejarnos de Dios. Cada vez que creemos una mentira, nos volvemos esclavos del enemigo. Pero cuando abrazamos la verdad, nos acercamos a Cristo y experimentamos su libertad.

¿Dónde encontramos la verdad?

El Pastor Pedro Flores enseñaba que existen verdades relativas y verdades absolutas. Las primeras cambian con el tiempo, pero las absolutas permanecen. La Biblia está llena de verdades absolutas como: “Dios es amor” (1 Juan 4:8).

Jesús mismo dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan 17:17). También afirmó: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6).

Por lo tanto, si quieres encontrar la verdad, debes acudir a la Palabra de Dios.

Jesús: La Verdad que nos hace verdaderamente libres

La verdad no es solo un concepto, es una persona: Jesucristo. Él dijo: “…si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres” (Juan 8:36).

Antes de conocer a Jesús, mi vida no tenía sentido y hasta pensé en rendirme. Pero cuando encontré la verdad de Cristo, todo cambió: fui transformado, mi familia fue restaurada y ahora vivo con propósito.

Con el entendimiento abierto

Jesús abrió el entendimiento de sus discípulos para que comprendieran las Escrituras (Lucas 24:45). Hoy debemos orar lo mismo: que Dios abra nuestro entendimiento para vivir conforme a su verdad.

Principios clave para recordar

• No todo lo que nos dicen es verdad.
• La verdad rompe cadenas y trae libertad (Juan 8:32).
• Dios quiere que todos conozcan la verdad (1 Timoteo 2:4).
• El diablo es el padre de mentira (Juan 8:44).
• La Palabra de Dios es verdad (Juan 17:17).
• Cristo es el camino, la verdad y la vida (Juan 14:6).
• Jesús puede abrir nuestro entendimiento (Lucas 24:45).

Aplicaciones prácticas para tu vida

• Renuncia a toda mentira que contradiga la Palabra de Dios.
• Pide la guía del Espíritu Santo para caminar en la verdad.
• Clama por libertad espiritual en Cristo.
• Ora para que Dios abra tu entendimiento.

Conclusión: Es mejor la verdad

Dios quiere que todos lleguemos al conocimiento de la verdad (1 Timoteo 2:4). Solo así podremos vivir en paz, justicia y bendición. La mentira trae confusión, pero la verdad trae libertad. Acércate a Jesús, la verdad que transforma, y descubrirás el propósito que Dios tiene para tu vida.

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