Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad (2 Timoteo 2:15).

El trabajo de la consolidación debe hacerse con mucha diligencia como dice Proverbios 27:23. El apóstol Pablo le dijo a su discípulo Timoteo que como consolidador también debería ser cuidadoso en presentarse delante de Dios.

Dios busco obreros que no tienen de qué avergonzarse. Que estén apartados para el servicio de Dios. Como lo vimos en el capítulo anterior, el proceso de la consolidación requiere de mucho cuidado, de diligencia, es por eso que, Dios necesita obreros diligentes que sepan cuidar de su rebaño.

REQUISITOS DEL CONSOLIDADOR

Para que tú puedas conseguir algún empleo, debes contar con los requisitos que se te piden, de no ser así, será difícil que te den el empleo. Si consigues ese trabajo la empresa que te contrato tiene la obligación de capacitarte para que tengas un buen desempeño.

Así también es en el reino espiritual. Dios busca personas para cuidar sus ovejas, pero esas personas deben cumplir con algunos requisitos. Cómo Dios va a confiarle las almas a una persona que sabe que va a lastimar, herir y menospreciar a la gente. Cómo Dios va a confiar en gente que no tiene primeramente a Cristo en su corazón, o que no ora, que no lee la biblia, que no ayuna, que prefiere andar en las cosas del mundo.

Dios busca obreros, que cumplan con los siguientes requisitos, según Tito 1:8-9:

1️⃣. Hospedador. Que no le moleste que la gente quiera estar con él o en su casa. Debe tener compasión por las personas.

2️⃣. Amante de lo bueno. Que nunca desee lo malo.

3️⃣. Sobrio. Que este siempre en sus cinco sentidos, que sea moderado y no exagerado.

4️⃣. Justo. Que actúe según la justicia, que esté de acuerdo con la verdad.

5️⃣. Santo. Que este apartado del pecado, apartado solo para Dios. Debe santificarse con la oración, el ayuno y la palabra.

6️⃣. Dueño de sí mismo. Que tenga dominio de su carácter, emociones y sentimientos.

7️⃣. Retenedor de la palabra fiel. Que lea la palabra y al ponga por obra para que enseñe de una forma san ay pueda convencer a los que la contradicen.

En la oración del profeta Daniel por la restauración de su pueblo nos da otras pautas de lo que debe tener todo Consolidador. Daniel 9.

1️⃣. Tener una profunda compasión por las personas y tomar el lugar de ellos.

2️⃣. Confesar el pecado de las personas como si fuera de uno mismo.

3️⃣. Implorar el favor y la misericordia divina para con ellos.

4️⃣. Confiar en la pronta restauración de sus vidas.

Si no cumplimos con estos requisitos, Dios no podrá darnos el trabajo de la consolidación. Debemos esforzarnos por conseguir cada requisito.

EL TRABAJO DEL CONSOLIDADOR

Ya que cumplimos con todos los requisitos que Dios nos pide para desempeñar el trabajo de la consolidación, así como en un empleo se nos dice cuál será nuestro puesto y cuáles serán nuestras tareas para llevar a cabo nuestro trabajo.

Dios nos dice cuál es nuestro puesto.

Es necesario que el consolidador entienda tres aspectos importantes:

1️⃣. Somos colaboradores de Dios. 1 Corintios 3:9.

2️⃣. Nuestro llamado consiste en ganar y retener el fruto. Juan 15:5.

3️⃣. Hacer de cada nuevo creyente un líder eficaz. 2 Timoteo 2.2

Para hacer bien nuestro trabajo, el consolidador debe llevar a cabo lo siguiente:

✅ Orar por las personas que Dios ha puesto bajo nuestro cuidado. Romanos 1:9.

✅ Compartir de nuestro tiempo con ellos. Hechos 19:8.

✅ Mostrar interés por su familia. Hechos 16:31-34.

✅ Sentir carga por sus necesidades y problemas. Hechos 17:16.

✅ Tener tiempo disponible para ellos cuando lo requieran. Hechos 19:22-23.

✅ En lo posible suplir sus necesidades. Hechos 11:29.

EL ESPÍRITU SANTO Y EL CONSOLIDADOR

El Espíritu Santo es la tercera persona de la trinidad. El Señor Jesús nos dijo en Juan 16:7 que era necesario irse para enviar a otro consolador y que esto nos iba a favorecer más que a nadie.

La traducción del Espíritu Santo como “consolador” viene de la palabra “parakletos” que es sinónimo de consejero, ayudador o intercesor. No incluirlo en la consolidación y no depender de él es un acto de autosuficiencia.

Lo que el Espíritu Santo hace y necesitamos a la hora de consolidar.

Debemos recordar la obra del Espíritu Santo y relacionarlo con la consolidación.

Nos recodará y enseñará todas las cosas. Juan 14:26.

Nos guía a la verdad. Juan 16:13.

Convence de pecado. Juan 16:7-8.

Nos enseña lo que debemos decir. Lucas 12:12.

Hablamos con los dones del Espíritu Santo. 1 Corintios 2:13.

La unción nos enseña. 1 Juan 2:27.

El consolidador debe tener una estrecha amistad con el Espíritu Santo, pues tener la unción es tener al Espíritu Santo siempre con nosotros. Si siente que no cuenta con la guía del Espíritu Santo hay que pedirla, la Biblia dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mateo 7:7).

El secreto de la consolidación está en la comunión con el Espíritu Santo.

PRINCIPIOS CLAVE DEL CAPÍTULO

1️⃣. Dios busca obreros que no tienen de que avergonzarse.

2️⃣. El consolidador debe ser: hospedador, amante de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, retenedor de la palabra fiel.

3️⃣. El consolidador debe de: tener una profunda compasión, confesar el pecado de las personas como propio, implorar el favor y la misericordia, confiar en la pronta restauración.

4️⃣. El Espíritu Santo nos recuerda y nos enseña todas las cosas, nos guía a la verdad, convence de pecado, nos enseña lo que debemos decir.