Aprender qué es la fe.
Aprender cómo podemos adquirir esa fe.
Conocer cuáles son los beneficios de un cristiano que camina por fe.
Conocer cómo crece la fe.
La Biblia habla de la fe como don y también como fruto, haciendo la diferencia entre una y la otra. Hoy estudiaremos la fe como fruto.
La fe es la confianza que se tiene en Dios. Es la capacidad de poder creer en Él, a pesar de que nuestros sentidos perciben lo contrario a nuestra creencia.
Es la dependencia de nuestras convicciones basadas en el conocimiento que tenemos de Dios.
Es creer aunque no vemos, es creer aunque no sentimos, es creer aunque no palpamos, es creer aun en contra de nuestra lógica.
«Es, pues, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.»
(Hebreos 11:1-2)
I. ¿Qué es la fe?
La Biblia dice: es la certeza de lo que se espera.
Certeza: la primera traducción del griego es: sentarse, confianza.
Es tener tal seguridad que cuando creemos, podemos descansar y esperar.
Lo que se espera. Gr. Esperar con anhelo, con placer, es la expectación que tenemos sobre aquello que estamos esperando.
Como cuando éramos niños y nos informaban que en un mes nos iban a llevar al mar, pasábamos todo ese mes con la expectación de lo que anhelábamos.
Es la convicción. Gr. Es la prueba de lo que no vemos, pero nuestra fe es la prueba de que lo obtendremos.
Recordémonos de este principio, la fe actúa y se activa cuando no se ve nada.
II. La adquisición de la fe:
La Biblia dice que la fe viene por el oír y oír la palabra de Dios. Romanos 10:17.
Primero debemos pedirle a Dios que despierte nuestro oído para que aprendamos a oír ¿cómo se aprende a oír? oyendo día a día, y para ello hay que hablar menos.
Ahora bien ¿qué vamos a oír? la palabra de Dios.
Cuando comenzamos en este proceso nos parece aburrido, pero con el tiempo vamos a despertar nuestro oído y la fe vendrá a nuestro ser.
La palabra = la Rhema. Esto es la palabra que sale de la boca de Dios especialmente para cada uno de nosotros.
III. La fe da vida:
El justo vivirá por la fe. Gálatas 3:11
Vivirá Gr. Zao; vivir, viviente. En otras palabras el justo por la fe será un viviente.
Es decir, que la fe nos permite tener acceso a la vida de Dios.
La fe nos permite vencer el pecado. Romanos 14:23.
La fe es una llave para que podamos agradar a Dios. Hebreos 11:6
La medida de nuestra fe nos permite ministrar los dones que nos han dado. Romanos 12:6.
IV. El crecimiento de la fe:
Recordemos que estamos hablando de la fe como fruto y como tal debe ser cuidada; es decir, hay que abonarla, regarla, podarla, etc.
La fe se nutre a través del Rhema de Dios, esto le da crecimiento.
Para que crezca debe descansar en el poder de Dios, esto la fortalece. 1ª Corintios 2:5.
Debe crecer como la semilla de mostaza. Primero la semilla es enterrada en la tierra y nadie la ve más. Luego empieza a crecer el tallo y ya se ve algo, hasta que llega a ser un árbol. En él las aves encuentran refugio. Marcos 4:31.
¿Qué es la fe?
La certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
¿Cómo se adquiere la fe?
Despertando nuestro oído a través de oír y oír el rhema.
¿Cómo podemos tener acceso a la fuente de vida?
A través de la fe.
¿Qué dice Gálatas 3:11?
El justo vivirá por la fe.
¿Cómo debe de crecer nuestra fe?
Como el grano de mostaza.
MIL BENDICIONES A TODOS.
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